Cultura
Los desafíos de la prensa:
conclusiones del congreso de la WAN
Las demandas del lector crecen, en medio del bombardeo informativo y el auge de Internet
MOSCU.- En los últimos años, la amenaza fueron los diarios gratuitos, la Web y, más recientemente, la fascinación por los blogs. ¿Cuál es el depredador que jaquea hoy a los "dinosaurios", como se les dice a los diarios pagos?
El enemigo es menos tangible pero igual de rapaz: la indiferencia.
Esa es la principal conclusión, luego de tres días de deliberaciones en el Congreso Mundial de Diarios (WAN, por sus siglas en inglés), que congregó a más de 1700 editores de todo el planeta hasta ayer aquí.
La explicación no admite rodeos: los diarios competimos por lo más valioso de nuestra audiencia, su tiempo libre, y la competencia por ocupar un lugar dentro del espacio cotidiano de la gente se ha vuelto salvaje y ya no reconoce limitaciones.
Un público cada vez con mayores ocupaciones, preocupaciones y estrés vive un bombardeo informativo a toda hora por una variedad infinita de canales. La lucha se sofistica cada vez más: alguna vez fueron la TV y la radio; hoy se lidia con la Web mientras siguen sumándose adversarios desconocidos: los celulares, el IPod, los videojuegos, y la lista podría seguir.
Hay demasiada oferta y menos tiempo para la lectura. El hábito ha cambiado; el mundo de la imagen cautiva más y lo simplifica todo. O los diarios se reinventan o se arriesgan a morir por inanición. O se vuelven más relevantes para el lector, esto es, logran que éste los valore como verdaderos factores de cambio en su vida diaria y en su sociedad, que lo inquiete, emocione y haga pensar, que se adecue a sus necesidades, o irán perdiendo la voz hasta volverse inaudibles.
Convengamos que estamos dramatizando una pizca, pues los números globales dicen que la venta de ejemplares se mantiene a la vez que surgen nuevos títulos, pero la exageración no le viene mal a una industria que necesita rejuvenecerse permanentemente sin perder un ápice de su esencia ni falsear su identidad: la de informar priorizando lo verdaderamente importante con profundidad en forma confiable, dando valor agregado y, sobre todo, escuchando siempre al lector.
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Veamos algunas de las principales conclusiones y frases para destacar:
Las demandas del lector son la gran prioridad. Hay que escucharlo y hacerlo participar activamente en nuestras páginas y sitios web. Si el lector siente que el diario no tiene que ver con su vida, con su cotidianidad, si no le damos tema de conversación y no le hacemos sentir que le hicimos un aporte personal, posiblemente terminará abandonando el diario.
"Perdamos la arrogancia porque ya no estamos en control de nuestras audiencias; hoy los consumidores tienen el control. La variedad es grande, así que está en nuestras manos acceder a él y crear una relación." (De la directora de un diario británico.)
"¿Cómo captar a los lectores jóvenes? La educación en las escuelas es un camino, muchos nuevos productos han tenido éxito también, pero la nueva generación nació en la era digital, y tiene su propio vocabulario y sus formas de comunicarse. La Web para ellos se está volviendo la vieja biblioteca en la que guardan sus cosas; hoy en el celular lo obtienen todo al instante." (Del panel sobre el desafío de los jóvenes lectores.)
Los diarios de calidad no deben sucumbir al canto de las sirenas de los populares y coloridos tabloides, pues tras el sensacionalismo y la noticia estridente no los aguarda otra cosa que su fin. Están obligados a sorprender constantemente.
El lector observa críticamente que los diarios somos en buena medida transmisores de malas noticias, pero advierte, a la vez, que el fenómeno se está revirtiendo, pues, según un sondeo difundido aquí, para el 41% de los consultados las buenas noticias van ganando lugar en los contenidos.
Internet ya no es un mecanismo de defensa; es un negocio en sí mismo. Por ejemplo, en los avisos clasificados, donde, según un estudio, en 1995 un 2% buscó su casa por la Web, mientras que el año pasado esa cifra subió al 74 por ciento. "Este año, se le perdió el miedo a Internet. Los editores dejaron la pavura para asumir el negocio de la Web con espíritu positivo." (De Carlos Soria, consultor de Innovation.)
"La innovación debe provenir del caos, el disconfort y el deseo de aprendizaje de las redacciones. De esa manera, podrán ver cosas a través de un nuevo lente." (Del director del Media Management Center de Chicago, Mike Smith.)
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Dejamos una Rusia en franca transición, en la que no faltó el condimento político al recibir, en la jornada inaugural, su presidente, Vladimir Putin, un fuerte reto en el mismísimo Kremlin del titular de la WAN, Gavin O Reilly, por los problemas que afronta la prensa independiente en su país.
Pero más allá del revuelo por la admonición hacia este líder parco e inescrutable, que cuenta con el 70% de aprobación de sus ciudadanos, dejamos una Rusia en crecimiento, con el 12% de inflación anual, superávit presupuestario del 7% del PBI, y donde 88 de cada 100 habitantes tienen celular contra los 12 que lo poseían hace sólo 3 años, según la revista Time.
Dejamos una Moscú de tránsito imposible y mujeres altas y provocadoras, que recién está aprendiendo a tratar con el turista, al que recibe pidiéndole llenar el formulario de Migraciones con indicaciones sólo en ruso.
Dejamos una capital de arquitectura majestuosa e intimidante, que sale de otro invierno criminal y encontrará abrigo en el sol reparador de junio, porque el Mundial entregará por TV camisetas de muchos países pero no la suya.
La dejamos pensando en el futuro de los diarios de calidad y nos viene a la mente aquella impecable anécdota que narró el titular de la WAN en su discurso inaugural, extraordinariamente gráfica para ilustrar la dura competencia de estos tiempos.
Recordó O Reilly que hace pocos meses, para referirse al valor del perdón, en una misa de su congregación el sacerdote les preguntó a los fieles quiénes habían disculpado a algún enemigo ese año, y sólo un tercio de los presentes levantó la mano. Insistió el párroco e inquirió a los feligreses quiénes aún mantenían enemigos. Todos menos una persona llevaron sus nudillos al cielo, quedando en absoluta soledad la cándida y diminuta Ms. O Toole, una infaltable anciana que siempre pasaba inadvertida. El padre, atónito, no pudo contener su impaciencia: "Ms. O Toole, ¿qué ha sucedido con sus enemigos?". La anciana, encogida, respondió: "He sobrevivido a todos esos bastardos".
Fernán Saguier
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