17 agosto, 2023

Ventana

 https://youtu.be/lxdz4veVJiU?t=740


https://youtu.be/lxdz4veVJiU?t=740

15 agosto, 2023

El Fenómeno Milei - 2023

 


 

Milei se agranda.

 

En cada municipio al menos un chichipio se mandó a boletear con "El León". Y acertó.

Al salir ganador, el mileiaje se agranda exponencialmente. Es que en la puerta del ignoto o tránsfuga -o ambas cosas- que se mandó como candidato local hay cola hasta la esquina para sumarse a la lista de candidatos a concejales o secretarios municipales o director de área... o portero del cementerio... con tal de agarrar un conchavo.

 

 

Milei y los MMCC

La cosa es así: a partir de que los MMCC fueron dejando la ficción para dar opinión de todo, todo el día, el público suplantó al pueblo. Y el público fue concediendo el carácter de juez y de funcionario a los medios.

Pero claro: está la realidad que complica todo. Al cometerse un crimen el público pide justicia en los medios. La justicia tarda o no llega y la gente se la agarra con los medios, los acusa de inoperantes. Pero ojo: ésto último los MMCC no lo difunden (lo podemos pispiar por las redes).

En el presente, el público (antes pueblo) desconfía de los MMCC tanto como de los políticos; y éso aparece en las encuestas. Para el público, los MMCC y los políticos son una misma cosa: seres inalcanzables, omnipresentes, sordos e insensibles. Y, sobre todo: altamente enriquecidos.

La democracia está viciada. La democracia como sistema para formar gobierno ya no funciona como en sus orígenes. La democracia no asegura la verdadera representación social y sí asegura un número fijo de primeras figuras para integrar gobiernos; personas "que ya saben lo que tienen que hacer".

 La tecnología de las comunicaciones ha deformado el espacio institucional cívico y la democracia puede ser teledirigida. Una de las herramientas para dirigir el proceso democrático es la encuesta.

En las paso 2023, el público decidió ser protagonista y lo logró. Primero rechazó o mintió en las encuestas y segundo: optó por aquel que más urticaria le genere "al sistema".

Los denominados "partidos grandes" se pasaron por el orto el hartazgo popular de asesinatos, robos y aumentos. Ésa ignorancia generó la percepción en el votante de que "lo menos malo es muy pero muy malo". Los analistas (hoy más gordos que los "sindicalistas gordos") no supieron ver que la gente optó por lo único que le dejaron para votar, el "perdido por perdido" (el "me importa un carajo" de Casella).