02 febrero, 2016

La Seguridad de Moebius


Desde el ministerio de Seguridad de la Nación, llaman al de la PBA y también a los intendentes.
Se baja línea "mano dura", y se les pide a los intendentes que sean los ojos de ellos en el territorio.

Allí se produce el pliegue de la cinta de Moebius: los planificadores envían a ejecutores al territorio con instrucciones precisas, pero el trayecto hacia el objetivo es desviado por la gravedad de la cosa.

La pobreza endémica, estructural, autóctona, anquilosada y atrofiada, presiona sobre los ejecutores por la seguridad y los convierten en operadores de asistencia social: comienzan a tolerar delito a cambio de reducción de salvajismo. Por ejemplo: dejan robar para que dejen de violar a los menores -en muchos casos: a sus propios niños-.

El ejecutor de seguridad, al adentrarse en territorio, pasa a ser sabedor de estas situaciones. Entra en conflicto. Vuelve y al ser evaluado por la cúpula, no satisface. Se va. Se queda, pero acepta ser mediocre, ineficiente: necesita el sueldo.

Si la cúpula de seguridad tiene la sensibilidad de dialogar con sus subordinados, escuchará problemática social; a lo que responderá: te mandé a espiar y delatar, no a ser Teresa de Calcuta. Es la presión de arriba, es la presión del público sobre el primer actor. Un teatro romano.

La grieta existe, está entre los que no rozan el suelo con sus pies y los que no pueden despegarse del plano de la realidad social.

El poder "desterritoriza" al funcionario. La ortodoxia administrativa tabica, enclaustra, secretiza.

Los diseños administrativos departamentales justifican su propia existencia, y resultan ser una solución al problema de la falta de trabajo; siempre que falte trabajo.

http://www.elpatagonico.com/horror-cuatro-ninos-violados-sus-padres-y-policias-n1467855