El semblanteo es una acción de registro perceptivo e interpretación de los signos emitidos por el objeto observado. Las conclusiones a las que el observador arribe constituyen la "semiótica" del objeto.
La semiótica es el proceso del intelecto que relaciona al signo, al objeto y al observador; es la interacción de estos tres elementos; vale mucho la experiencia y el conocimiento del observador. Un cartel de curva al costado de la ruta es una chapa pintada de amarillo y negro (como objeto) pero para el conductor de un vehículo es un aviso (un signo) de que el camino deja de ser recto y hay que girar el volante en el sentido en que la curva dibujada indica.
La semiosis es cualquier forma de actividad, conducta o proceso que involucre signos, incluyendo la creación de un significado. Es un proceso que se desarrolla en la mente del intérprete; se inicia con la percepción del signo y finaliza con la presencia en su mente del objeto del signo. Es la "acción de los signos".
La "semiosis" es la resultante de la cooperación de los tres soportes del proceso semiótico: un signo, su objeto y un interpretante, que coadyuvan en el proceso de producción de un sentido y construcción de la realidad.
El signo en sí, es una manifestación material y perceptible que representa a otro objeto.
El objeto, es aquello representado, esto es, aquello de lo que el signo da cuenta.
El interpretante, o sentido que el signo produce y que se traduce en otro signo o representamen.
El signo, es un elemento dotado de unidad y carga informativa, tiene una naturaleza diversa, pues signo es la letra, el gesto, el canto del pájaro, el olor, un sonido… El signo, heterogéneo e infinito, es inseparable del sujeto cognoscente.
El interpretante realiza un trabajo de "decodificación" de los signos percibidos. Esta decodificación se realiza sobre un sistema establecido (el alfabeto: sistema de signos que permiten la escritura y lectura de mensajes). La interpretación es la composición del sentido que los signos tienen para el sujeto que los recibe, en el ambiente en que ambos están: "el contexto". Para distintos ambientes, los significados pueden ser muy diferentes.
Una autora que más adelante citaremos dice que "la realidad no es el objeto, sino el contexto". Esto es, para nosotros, un aparato rectangular en el living es un televisor aunque jamás hayamos visto ese modelo ni sepamos manejarlo; pero conocemos el contexto y deducimos que se trata de un aparato de TV.
La semiología médica estudia y clasifica una tipología de síntomas que ayuda a determinar qué enfermedad se padece. El médico clínico es -básicamente- un semiólogo de la patología en humanos. La experiencia práctica acrecienta la capacidad de decodificación semiótica (el viejo concepto de "ojo clínico")
Y para un político, qué es la semiótica?
Es el proceso que le permite hacer diagnósticos de la realidad social con aceptable grado de certeza. Consecuentemente, podrá elaborar planes o plantear estrategias que conduzcan las acciones de gobierno al logro "eficiente" de problemas sociales.
Volviendo al principio; el buen político ha de semblantear la realidad, leer las entrelíneas de la información disponible y componer un cuadro de tensiones lo más fiel a la realidad. La semiótica como herramienta para la interpretación de la realidad social ahorra mucho trabajo y evita fracasos.
El político avezado sabe que la realidad está dada por el contexto social en el que se desenvuelven las actividades humanas. El contexto se construye con el discurso y la acción; y puede modificarse con las mismas herramientas. Sobre el final del gobierno de Cristina, el contexto socio político tenía como rasgo saliente el distanciamiento entre el gobierno y los reclamos de la ciudadanía. Hoy se da la misma situación pero con actores diferentes.